martes, 15 de mayo de 2018

Nuevos horizontes


Llegamos al final de nuestro viaje, que no es fin...sino principio. Nuestra aventura en el entorno Moodle ha sido, ante todo, constructiva. A partir de este momento, seremos nosotros mismos los que diseñaremos y construiremos nuevos caminos de aprendizaje.

Dicen que "una imagen vale más que mil palabras" y, ésta que aquí os dejo, resume a la perfección la experiencia de estos meses. Me llevo un montón de vivencias y conocimientos para aplicar en mi día a día como docente, preparada y con ilusión por transmitir a mis compañeros y, juntos, emprender una nueva aventura: Informática dentro de los Programas de Aprendizaje a lo Largo de la Vida.

Antonio Machado nos cantaba:

"Caminante, son tus huellas, 
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar"
[...]

Dejemos, pues, NUESTRA HUELLA...

Reflexiones de un guía (tutor)

Cuando echo la vista atrás para ver de dónde partí aquel 12 de marzo de 2018, tengo la sensación  de que este viaje hacia el aprendizaje, que comenzó ese día, ha cambiado mi forma de entender la enseñanza.

Durante años nos hemos limitado a leer y analizar los viajes de otros, sin darnos cuenta que nosotros formamos parte de ese proceso y que podemos hacer mucho más que transmitir conocimientos, podemos...CREAR. Lo sencillo es limitarnos a indicar cuál es el camino que nuestros compañeros pueden tomar, pero somos mucho más, formamos parte de la aventura y una pieza clave, para todos juntos construir una nueva senda: aquella en la que utilicemos todas las herramientas, materiales y/o recursos puestos a nuestro alcance.

Cuando iniciamos un viaje, lo hacemos trazando primero una trayectoria, cuáles son los caminos por dónde podemos o debemos ir, para no perdernos y llegar a nuestro objetivo. Pero ese podemos o debemos ir puede variar a medida que avanzamos, tenemos que mantener la mente abierta en todo momento, porque quizás encontremos un atajo que nos haga el proceso más llevadero, que haga las etapas más interesantes y, como no, compartir cada una de nuestras experiencias con los demás.

Debemos, entre todos, CREAR Y TRANSMITIR dándole a nuestro bagaje un "aire nuevo" que nos lleve a nuestro destino cargados de nuevos retos y enseñanzas. Sabemos que aún nos queda camino que recorrer, pero junto a nuestros nuevos compañeros, la andadura se vuelve más interesante.

He de reconocer que, en principio, me deje llevar por emociones (miedo, confusión, ...) que entorpecieron el avance de mi aprendizaje, pero a lo largo del camino he ido adquiriendo conocimientos, incorporándolos a mi equipaje, transformando esas emociones (sorpresa, alegría,...), dando forma a nuevas ideas y explorando nuevos territorios, convirtiendo este viaje en una aventura emocionante, donde sólo es posible sentir SATISFACCIÓN.

lunes, 14 de mayo de 2018

Curando emociones

Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos sentido miedo, alegría, ira, satisfacción, felicidad,... o una mezcla de todas ellas. Todos, las manejamos como mejor sabemos o mejor podemos, intentando que no dominen por completo nuestras vidas, sobre todo, si hablamos de emociones que podrían ralentizar nuestro aprendizaje, pero SIEMPRE...aprendemos de ellas.

Hace un tiempo comenzamos un viaje, un viaje que nos llevaría por caminos inciertos, territorios inexplorados, en los que experimentaríamos un montón de emociones: miedo a lo desconocido, alegría y felicidad al superar una nueva aventura, enfado al encontrar algún obstáculo que nos impidiera avanzar, satisfacción por superar una nueva etapa de nuestro aprendizaje,...

De igual modo que hacemos frente a esas emociones, decidiendo en qué medida nos afectan o cómo podemos controlarlas, también decidimos cuál será nuestro mejor camino a seguir, cuáles son las experiencias con las que nos quedamos y cuáles no son válidas para continuar progresando, en este viaje hacia nuestras metas. En todo caso, estamos haciendo una "cura", la mejor elección posible que facilite nuestra labor.

Para lograr nuestro objetivo tenemos a nuestra disposición múltiples herramientas para la "cura de contenidos" (Pinterest, Diigo,...). Todas ellas nos ayudan a seleccionar y clasificar el equipaje idóneo para hacer nuestro viaje más cómodo y placentero. Nuestra función como guías de esta expedición es conocer y dar a conocer a nuestros compañeros las herramientas necesarias para llegar "a buen puerto", desechando todo aquello que no sea útil para llegar a nuestro destino: culminar con éxito nuestro camino en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Pero en esta ocasión, en esta nueva etapa cognitiva, la elegida ha sido List.ly, gracias a la cual hemos conseguido organizar nuestro "equipaje" y ya estamos preparados para retomar el viaje.


jueves, 3 de mayo de 2018

Por el camino de la rúbrica, nuestra guía particular.

A lo largo de la vida, en algún momento del camino, todos somos evaluados: nuestros conocimientos, nuestra experiencias, nuestras vivencias,...

Nuestro día a día, como docentes, es una continua evaluación. Somos evaluados por nuestros alumnos, nuestros compañeros de viaje, pero también por nosotros mismos. Hay momentos en los que la célebre cita de Sócrates se hace patente: "Sólo se que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé,...". 

La tarea se torna más sencilla si, desde el principio, marcamos los objetivos de nuestro viaje. Tan importante es conocer, desde dónde partimos como hasta dónde queremos llegar. De esta manera, nos quedaremos con los detalles importantes, los que hacen nuestro aprendizaje más significativo, aprenderemos con y de nuestros compañeros, compartiremos aventuras y desventuras que nos harán fuertes y sabios ante las adversidades. Aquí es donde entra en juego nuestra capacidad de hacer frente a los obstáculos que se puedan presentar en nuestro viaje, decidiremos qué nos llevamos con nosotros y qué dejamos en el camino, sin perder tiempo, siempre mirando hacia adelante y construyendo, poco a poco, nuestro saber.

Esta tarea debe ser continua, a lo largo del proceso enseñanza-aprendizaje, donde la rúbrica (actitud, claridad, organización, preparación, colaboración,...) nos guiará, nos marcará hacia dónde debemos dirigir nuestros pasos para no perdernos en el camino. Esta guía, junto al apoyo de nuestro "maestro", nos llevará a buen puerto.

jueves, 26 de abril de 2018

Alto en el camino: Comunidades de aprendizaje.




En nuestro viaje en línea vamos adquiriendo nuevos conocimientos, descubriendo nuevas herramientas, con el fin de llegar a buen puerto: acercar a nuestros alumnos todos los recursos disponibles para mejorar su proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorar así sus resultados académicos, profesionales y personales.

Antes de proseguir, me gustaría hacer una pequeña reflexión inicial.
Nos encontramos en una sociedad inmersa en la nuevas tecnologías, donde bien podríamos aplicar la máxima de "Renovarse o morir". Cada vez es más común la etiqueta de "analfabetos tecnológicos", etiqueta que nosotros como docentes debemos intentar cambiar y ese cambio debe ser evidente, sobre todo, en nosotros mismos. Debemos estar a la cabeza de las innovaciones tecnológicas, conocer y transmitir herramientas multimedia que enriquezcan nuestro trabajo, pero al mismo tiempo, nos faciliten el camino a todos.

En este viaje que recién hemos empezado, nos vamos internando en el mundo e-Learning, en pleno corazón de la "transformación del saber", donde nosotros tenemos que actuar/ser guías de nuestros compañeros de viaje (los alumnos). Para ello, navegaremos por la educación virtual, donde podrán encontrar un montón de aventuras (los contenidos, ejemplos, resúmenes,...), con batallas que librar (recursos, actividades, tareas,...), conociendo nuevos lugares, nuevas historias, nuevos personajes con los que enriquecer el viaje (el saber).

Como docentes, debemos guiar a los alumnos, no sólo en la navegación, sino a trabajar día a día, con regularidad, disciplina, atención, fomentando sus capacidades cooperativas y facilitándoles la adquisición del conocimiento. Si les damos las herramientas y les enseñamos a usarlas, el viaje será más llevadero.

Aquí es donde entran en juego las Comunidades de Aprendizaje, como proyecto de transformación social y educativa, que permiten el enriquecimiento de la formación, implicando de forma directa o indirecta no solo al alumnado y al profesorado, sino a todo el entorno. En este nuevo modelo educativo podemos señalar dos factores fundamentales para el aprendizaje virtual: las interacciones y la cooperación.

Ejemplos de lo que hemos encontrado en nuestra primera parada y que pueden ser de gran interés para todos: la plataforma @vanza para la Educación de Personas Adultas que nos da a conocer nuestro compañero Alejandro Porras Muñoz o cualquiera de las Comunidades de Aprendizaje de Google+, a las que podemos unirnos cómo nos explica en su tutorial la compañera Elena Suárez Núñez.

Continuamos la aventura...

martes, 27 de marzo de 2018

Ten siempre a Ítaca en tu mente


ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pesar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma en ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.





Constantino Cavafis nos invita, en su poema, a disfrutar del camino y de los aprendizajes que podemos adquirir durante su transcurso, más allá de cuál sea nuestra meta o nuestro destino. De igual modo, me gustaría que este diario, que comienzo hoy, nos ayude a recopilar las experiencias que vayamos adquiriendo...y, por supuesto, ¡DISFRUTAR DEL VIAJE!

Comencemos, pues, nuestra andadura...